A medida que hemos ido cambiando de alimentación y sustituido la natural por productos procesados y elaborados con métodos intensivos y manipulación genética hemos empezado a incrementar la incidencia de muchas enfermedades y entre éstas tenemos la elevación de los niveles de colesterol, triglicéridos, azúcar en sangre, hormonas tiroideas y ácido úrico. Al mismo tiempo hemos tenido un mayor riesgo de sufrir de trastornos como los infartos, accidentes cerebro vasculares (A.C.V.), síndrome metabólico, diabetes y sus complicaciones, entre muchas otras.
Para dar respuesta a esta situación la industria farmacológica ha ido buscando un medicamento para cada mal. Por eso han llegado al mercado las estatinas, unos fármacos muy usados, que se recomiendan para el colesterol y triglicéridos altos y que son peligrosos, según una publicación de la FDA, porque aumentan el riesgo de subir el azúcar en sangre y además pueden producir pérdida de la memoria.
Hay otros efectos dañinos asociados al consumo de las estatinas y entre éstos se encuentran dolores musculares, articulares, de cabeza, adormecimiento de manos y pies, inflamación del páncreas y ronquera. Aunque el riesgo de padecer estos problemas al consumir esos fármacos es bajo la agencia reguladora de los medicamentos alcohol y droga de Estados Unidos (FDA) decidió exigir a los fabricantes poner una advertencia en las etiquetas de los productos donde se especifiquen estos efectos secundarios.
Una información que debe saber toda persona que toma estos medicamentos es que si tiene problemas del hígado, de los riñones, estreñimiento o si es alcohólico no debe consumirlos. De igual manera si está embarazada o dando el seno la mujer no debe usar las estatinas porque pueden producir problemas al niño.
NO TODO ES MALO EN LAS ESTATINAS
Actualmente la estatina más usada es la simvastatina y tiene los mismos riesgos que la mayoría de sus parientes de generaciones recientes. También se recomiendan con frecuencia la pravastatina, rosuvastatina y la cerivastatina.
De todas maneras las estatinas se pueden tomar, pero con el seguimiento estricto del médico. Así podemos aprovechar los beneficios que nos ofrece como disminución del colesterol total, malo o LDL, triglicéridos y aumenta los niveles de colesterol bueno, llamado HDL. Eso es lo ideal para reducir los riesgos de enfermedad cardiovascular, pero además, ayuda a mantener en buen estado al endotelio –capa interna de los vasos y del corazón-. Es en esta capa que se forman las placas de grasa (ateroma) que dañan la pared vascular. También facilita la producción de óxido nítrico, un gas que ayuda a evitar la formación de coágulos y a dilatar los vasos, mejorando la función eréctil y aumentando el flujo de sangre, lo que activa la circulación. Por esta razón disminuye la inflamación, la proteína c reactiva y las citoquinas proinflamatorias.
Es casi seguro que si usted tiene colesterol o triglicéridos altos está tomando un producto que contiene esta sustancia. Su médico debe estar sometiéndole de manera frecuente a la realización de análisis de laboratorio clínico y cualquier cambio en éstos le obliga a descontinuar el uso de dichos fármacos.
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