De Juan Severino Núñez
Los días pasan y las cosas suceden, el equipo de Las Águilas Cibaeñas no es el mismo equipo que ganó espectacularmente seis juegos en línea para llegar a la final del torneo de Beisbol Dominicano y discutir la serie ante Los leones del Escogido.
Los días pasan y las cosas suceden, el equipo de Las Águilas Cibaeñas no es el mismo equipo que ganó espectacularmente seis juegos en línea para llegar a la final del torneo de Beisbol Dominicano y discutir la serie ante Los leones del Escogido.
Donde está la magia, la mística ganadora del equipo por el que simpatizo desde pequeño. Todo indica que los melenudos serán nuevamente campeones de la Liga por decimocuarta vez u irán tras su cuarto título en La Serie del Caribe.
Dije en días pasados, que Las Águilas le ganarían al Licey en ese juego perentorio e histórico, que puso gente azul a gritar en sollozos.
Lo cierto es que los amarillos pusieron a llorar lágrimas de sangre y a suspirar cenizas de volcán a los liceístas.
Lo cierto es que los amarillos pusieron a llorar lágrimas de sangre y a suspirar cenizas de volcán a los liceístas.
También dije, con dolor de mi alma que Los Leones ganarían La Serie Final, y ya ven todo indica que mis interpretaciones no solo se basaron en simples especulaciones como dijo un amigo.
Dije que se Iván en siete juegos, pero parece ser que los Escarlatas buscan venganza, ya que en la temporada de 2002-2003, Las Águilas los barrieron 4 a 0. MAS
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