Ricky Martin lamentó ayer el intento de vetar su espectáculo en Honduras por su naturaleza gay.El artista de Puerto Rico dijo que se tratará de una fiesta de fusión de ritmos africanos y caribeños que encantará a sus admiradores.
Martin, dijo, "me da mucha lástima" el movimiento de sectores evangélicos que "quiere vetar mi espectáculo, cuando lo único que yo he recibido del pueblo hondureño es amor, cariño y respeto".
En ese sentido recordó que su relación con Honduras data de muchos años y sólo son "una o dos personas" que rechazan "mi naturaleza gay... pues creo que no pueden pagar justos por pecadores".
Ante las presiones, el gobierno de Tegucigalpa prohibió el ingreso al concierto programado para el 16 de octubre a menores de 15 años por "su contenido erótico".
El concierto, dijo, intenta "dejar una semilla de amor en todas las ciudades que he visitado alrededor del mundo" y más de 350 mil personas han asistido al espectáculo.
Se tratará de "una fiesta" con la fusión de las culturas, los ritmos africanos y caribeños que hará "simplemente olvidarnos de todos los problemas del hogar y del trabajo".
Dijo que las redes sociales de Internet le han dado un parámetro de sus presentaciones y "la gente queda encantada".
"Con eso es lo que yo me quedo, con el amor que yo recibo del público", afirmó.
"Dios es Dios y no todo el mundo lo acepta y yo no puedo pasar por eso toda la vida obsesionado, pues lo único que deseo es amor a todo el mundo y por eso todos somos diferentes, por eso ¡que viva la diversidad!", expresó.
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