HABRÁ OTRAS KARAMIS...

Habrá otras Karamis

Hago referencia al caso de Moca en el fin de semana recién pasado, debido a que los padres debemos hacernos un examen minucioso y escudriñar en nuestros adentros si el papel que estamos desempeñando como responsables de llevar el barco a buen término está siendo el más adecuado o fue el que nos enseñaron nuestros ancestros.

Todavía es tiempo de evitar que se nos hunda la nave en lo profundo del mar, aunque puedo asegurarles algo: tenemos que hacer algo ahora porque el agua nos va llegando al cuello, lo que indica que la tenemos cerca de nuestras narices y a una distancia donde los ojos pueden observar lo que pasa en nuestro alrededor, pero nos estamos haciendo los ciegos, sencillamente, porque es más fácil culpar al agresor después de nosotros haberle enviado la carne a la presa.

Muchos padres, madres y tutores han fracasado en el intento de crianza de sus vástagos y apuestan a que los demás también fracasen en su esfuerzo por sacar un producto más o menos aceptable a partir del bombardeo más negativo que positivo recibido en las afueras del hogar, incluyendo los centro de estudios donde asisten a recibir la mal llamada educación, a pesar de que he mantenido una posición vertical y escrito, dicho y afirmado, siempre, de que la educación es brindada del umbral de la puerta del hogar hacia adentro, porque allá afuera, si alguna vez existió esa palabra, hace tiempo que la sacaron del mercado.

Por Eugenio Taveras