Por Eugenio Taveras
En lo adelante, el que atrapen con animales de uso doméstico-comestible o con un perrito chihuahua o cualquier especie canina, será condenado a morir en la silla eléctrica, inyección letal, en la horca o por cualquier método doloroso; el que lo atrapen con un motor ajeno (no importa el cilindraje), lo condenarán a cadena perpetua; el que se ponga de zoquete y se robe un vehículo (sin importar la marca), será metido en la cárcel por 30 años; ahora bien, el que sea capaz de entrar en un hangar (parqueo para aviones) y llevarse una nave voladora sin ser detectado será condecorado con la Orden de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Gran Cruz Caballero Atrevido y tendrá a su cargo la dirección de todos los estamentos de seguridad del Estado.
Los ladrones deben olvidarse de robar chucherías de poca monta, debido a que mientras más alto es el valor de la mercancía sustraída, menor la pena que le impondrán, por lo que les sugiero no robarse un salami de un colmado para que no lo tiren en la hoguera en una paila de aceite a mil grados centígrados, y nos hagan recordar los tiempos de la inquisición.
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