República Dominicana/Santiago.-Un periodista y analista del tema haitiano, consideró hoy como un irrespeto a la soberanía nacional, la advertencia que hizo el presidente de Haití Michel Martelly, de visita en República Dominicana de que se mantendrá vigilante para que la ley y el nuevo reglamento de Migración que entrará en vigencia próximamente no afecta a los más de tres mllones de haitianos, la mayoría indocumentados que viven en el país.Ricardo Santana, cuyo libro sobre el fenómeno migratorio haitiano está en su fase final, dijo que es tiempo de que la República Dominicana deje de ser la válvula de escape de los haitianos, porque el fenómeno migratorio que se está registrando no lo aguantan las grandes potencias y mucho menos un país en vía de desarrollo como el nuestro.
"Como es posible que el Mandatario haitiano venga al país a trazar pauta y a presionar a nuestras autoridades sobre los que deben hacer, los haitianos todavía no comprenden que Haití es Haití y República Dominicana es República Dominicana y por consiguiente los dos Estados tiene sus leyes y reglas las cuales están obligados a respetar los ciudadanos de ambos países", dijo Santana.
Indicó que Martelly en vez de meterse en asuntos internos del país y plantear a las autoridades lo qu deben hacer, lo que le corresponde es como presidente de Haití, establecer en su frontera un cuerpo especializado que ayude a la República Dominicana a enfrentar esa masiva inmigración de haitianos indocumentados a este territorio.
No obstante, el conocido comunicador reconoció que eso no le interesa al presidente haitiano ni a otros sectores de poder del vecino país, porque Haití está reduciendo su pobreza a costa de la República Dominicana.
Ricardo Santana manifestó que en todas partes del mundo los inmigrantes indocumentados son expulsados a su país y nadie dice nada.
"República Dominicana tiene todo el derecho de repatriar a todos los ciudadanos extranjeros que viven en su territorio, respetando siempre las convenciones internacionales y sus derechos fundamentales", expresó.
Sostuvo que en comunidades del Noroeste, en barrios de Santiago, la Vega, Puerto Plata y otros pueblos la queja de los criollos es latente, debido a que diariamente miles de hatiaos ilegales se asientan en sus zonas, llevando conflictos, enfermedades y promoviendo nuevas modalidades delictivas.
Asimismo, lamentó de que Haití está quedando solo y lo peor es que la mayoría de los que emigran a este país representan una carga fuerte para el Estado, porque son indigentes, enfermos, delincuentes, prostitutas.
"A esa gente que Haití no lo quiere en su tierra, una vez pisan territorio dominicano consumen gratris los servicios básicos, hay que darle alimentos y salud cuando se enferman, si esto sigue así la baraja se virará y en vez de ser Haití el país más pobre lo sería República Dominicana", expresó.
Subrayó que el único país del mundo donde los inkigrantes irregulares gozan a veces de mejores privilegios que los nativos es República Dominicana.
"Los haitianos indocumentados reclaman derechos, se pasean libremente por las calles y nadie los molesta, contrario a lo que oucrre con los dominicanos en otros países incluyendo al propio Haití", expresó.
A manera de ejemplo mencionó a los criollos que residen de manera ilegal en Puerto Rico, los cuales para salir a las calles tiene que ser mediante un profundo proceso de monitoreo e inteligencia porque en la vecina isla lo atrapan y lo devuelven y si entran por segunda vez son procesados en los tribunales y enviados a cumplir muchos años de prisión en las cárceles.
También dijo que en Puerto Rico se da el caso que cuando los vecinos se enteran de que en su veciindario vive uno o más indocumentados los delatan y las autoridades actúan de inmediato.
"Yo nunca he visto un funcionario dominicano presionando o sugiriendo cosas a las autoridades puertorriqueñas sobre los que deben hacer en materia migratoria con los dominicanos, pero aquí es todo lo contrario, todos los extranjeros se creen que tienen el derecho de opinar y hacer cambiar leyes que entienden no les conviene", insistió el periodista Ricardo Santana.
Según Santana, hay funcionarios extranjeros que piensan que esta nación es una colonia del mundo, donde los foráneos pueden visitarlo, reprochar ciertas normativas y plantear las cosas que deben hacer nuestras autoridades.
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