ESTABA EN SALUD Y MURIÓ

Por Eugenio Taveras

Cada vez es más frecuente que escuchemos: MURIÓ FULANO y que esa noticia nos sorprenda, porque, aparentemente, ese fulano estaba bien de salud y yo estaba hablando con él hace un rato, esta mañana, ayer, o cualquiera que sea el comentario que nos salga en el momento del desconcierto, fruto de la información recibida.

Como siempre ando buscando la quinta pata al gato, cosa que no es posible encontrar, amén de que ese felino nazca con una deformación congénita, nadie que se encuentre bien de salud desaparece de la lista de los vivos así por así, claro está, si un evento inesperado lo sorprende: ahogamiento, accidente de auto, envenenamiento, ahorcamiento, entre otras causas: por ejemplo, que estaba en su casa tomándose un café y de buenas a primeras lo sorprendió el corazón, temo dudar de ese tipo de fallecimiento, sin antes haber ocurrido algún fallo que pasamos por alto.

Hago esta aseveración, y la reafirmo después de haber tenido una larga charla con uno de los cardiólogos más connotados que tiene la ciudad de Santiago y que omito su nombre por asuntos éticos, momentos en que mi esposa se encontraba en la unidad de coronaria del Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS), pues, se ha demostrado que un infarto cardíaco, como suelen llamarle a casi todas las muertes, no ocurre de la noche a la mañana: los avisos de una falla en el corazón pueden iniciar muchos meses, y hasta año, antes del desenlace fatal.

La luz del día es menos clara que la sencilla descripción que acabo de darle a usted que tal vez está padeciendo de una afección qué inició con un simple dolor de pecho, calambre y adormecimiento de las extremidades inferiores, tonteras a menudo, dolor en la cabeza y acusa a una migraña, molestias en cualquier parte del cuerpo y busca siempre una excusa para no acercarse a un facultativo, el cual es el indicado para determinar su verdadero mal.

No invente con su salud, inicie los chequeos médicos, máxime si rebasó los treinta y tiene antecedentes familiares en padecimientos de cánceres y otras enfermedades que podrían tener cura si se le detecta a tiempo, porque lo más sencillo es diagnosticar la desaparición física de un paro cardíaco, ya que está demostrado que mientras el corazón late, hay esperanza de vida.