República Dominicana/Dajabón.- Organizaciones y organismos de derechos humanos de Haití y República Dominicana, advirtieron hoy sobre una masiva avalancha a territorio dominicano de refugiados haitianos que viven en casas de campaña al perder sus viviendas, luego del potente terremoto del 12 de enero que afectó a esa nación, debido a las expulsiones y amenazas de que están siendo víctimas por algunas autoridades y propietarios de los terrenos donde se albergan.
La Brigada de Protección de los Derechos Civiles del noreste de Haití y el Sistema de Derechos Humanos, denunciaron que la alcaldía de Delmar, al oeste de ese país, en medio de torrentes lluvias, expulsó a al menos 140 familias afectadas por el sismo y amenaza con hacer lo mismo con otras 250 que viven en un campo de fútbol y un complejo deportivo.
Roul Paul Batiste, uno de los portavoces de la Brigada de Protección de los Derechos Civiles de los haitianos del norte y noreste de Haití, dijo que también en muchas zonas de Puerto Príncipe que fueron sacudidas por el terremoto, hombres armados están destruyendo y quemando las carpas donde viven los refugiados y se quejó de que nadie dice nada de "esta barbarie que está ocurriendo en su país".
"Pese al cambio de Gobierno de Haití, la gente ha perdido la esperanza, todo el mundo piensa en emigrar a República Dominicana, porque dicen que aquí se les respectan sus derechos, tienen asegurada la alimentación, salud, la educación para sus hijos y mayor seguridad ciudadana", dijo el activista de derechos humanos al programa en el Mismo Blanco de la emisora Radio Landia de la ciudad de Santiago.
Subrayó que los dominicanos tienen que prepararse para compartir con una alta población de haitianos, porque los damnificados que están siendo desalojados no tienen donde ir y que es lógico que muchos buscarán la forma de emigrar a República Dominicana, como lo han hecho cientos de ellos.
De su lado, el presidente de la Comisión de los Derechos Humanos en el norte dominicano, Dionisio Jérez, consideró como violatorio a los derechos fundamentales de las personas, expulsar a los refugiados haitianos de sus refugios en un momento tan crítico como el actual, donde la temporada ciclónica está provocando lluvias en gran parte del Caribe.
Jérez manifestó que en esta temporada de lluvias, el momento es menos indicado para que las autoridades haitianas cedan a las presiones de los propietarios de terrenos donde están ubicados esos refugios.
“La Comisión Dominicana de los Derechos Humanos en el norte del país, entiende que las autoridades antes de desalojar a las familias que se alojan en carpas, deben buscarle alojamientos seguros donde puedan vivir dignamente”, indicó.
El activista de derechos humanos dijo que esa falta de sensibilidad humana de la alcaldía de Delmar y de los propietarios de terrenos es deplorable y merece la repulsa de la comunidad internacional y de todos los sectores sensatos.
Mientras Ahtoneyambi Gasá Bauzá, dijo que hace ocho meses emigró a la ciudad de Santiago, uno de los principales destino de los inmigrantes haitianos ilegales, tras perder su humilde vivienda en el empobrecido barrio de Site Soleil en Puerto Príncipe, luego del movimiento telúrico del 12 de enero del 2010.
Indicó que antes del terremoto nunca le había pasado por su mente emigrar a este país, pero que al perder lo suyo nadie en su país la ayudó porque lo encontró una oportunidad de emigrar a territorio dominicano y ya ha logrado traer a todos sus familiares.
Asimismo, explicó que su vida ha cambiado radicalmente desde que emigró a República Dominicana, por lo que su mayor anhelo es que todos los pobres de Haití vengan a vivir a este país porque en el suyo no hay esperanza de subsistencia digna.
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