Aunque todos los heridos fueron dados de alta sin lesiones graves y los restos del adolescente Eduardo Ramírez están siendo velados en otro sector, en La Javilla la gente está tirada a la calle. De un lado están decenas de viviendas al pie de la pendiente, en el centro, la calle donde se ha aglomerado la multitud y del otro lado las casas anegadas por la crecida del río Ozama.
El peligro es tal que todos lo perciben, pero al mediodía de este martes la Defensa Civil ni otros organismos de protección civil habían acudido al lugar, de acuerdo con la queja de los moradores. La gente camina de un lado a otro, algunos tratan de sacar parte de artículos que quedaron sepultados, otros expresan su desesperación, pero todos siguen en el lugar donde en cualquier momento pueden producirse otros derrumbes.
La tragedia pudo ser peor, según el testimonio Esmeralda Cordero, ya que una parte de su casa quedó sepultada a eso de las 3:30 de la madrugada, al igual que la de su vecina Arisleyda Valdez Mateo, pero ellas salieron a enterarse del otro derrumbe que mató al adolescente Eduardo Ramírez.
ESTADO DEL TIEMPO: VER
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