Por Eugenio Taveras
No se puede luchar con fanáticos enfermos que quieren tapar el sol con un dedo, eso, definitivamente, es imposible; no se puede negar la existencia de un hecho real; vender la idea de que este país goza de estabilidad económica es ofender el caldero de miles de dominicanos; negar que se perdió el respeto institucional, es como robarle un quejido al viento; decir que la delincuencia ha disminuido, resulta bochornoso ante la realidad que vivimos a diario en los cuatro puntos cardinales.
Los “intelectuales del micrófono” pertenecientes al PLD no son más que un conjunto de bocinas escogidas y pagadas, con los cuartos de los impuestos que pagamos todos, para que repitan como papagayos y hasta el cansancio lo que el pueblo detesta escuchar, con el fin de convertir en verdad lo que el gobierno quiere que el común de los estúpidos escuche.
Que lástima me produce tener que intercambiar con miembros confesos de un partido, que junto a perredeístas y reformistas, han llevado este país al más descomunal de los descalabros, basados en un contubernio asqueroso y repugnante, donde el desfalco es la palabra sagrada utilizada como su Biblia, amparados en la resignación de los habitantes de una nación que le cercenaron las partes procreadoras a machos y hembras.
El pueblo está pidiendo a gritos silentes que sea escuchado, con el único objetivo de que no se repitan acontecimientos desagradables iguales o parecidos a los que hemos sufrido en carne propia en todo el trayecto de nuestra historia, para no buscar un equilibrio forzado, tomando como parámetro los abusos cometidos por los que el pueblo le entrega la administración de sus bienes.
El pueblo está vociferando a los cuatros vientos, sin pronunciar palabras, que se detengan los abusos económicos que están cometiendo las autoridades de turno; la paciencia de un pueblo termina cuando los estómagos están quedando vacíos, y es precisamente lo que está sucediendo; el pueblo está desesperado y la desconfianza generalizada hacia las autoridades que deben velar por la justa administración de los recursos que recibe el Estado, ya no es invento de dos o tres que estamos en contra de la horrible política aplicada, sino de muchas voces autorizadas que ven sangrar sus venas por las heridas provocadas por un cuchillo que ya no es de palo.
Eugenio Taveras
Contador Público Autorizado - Asesor impositivo - Periodista - Facilitador Certificado por INFOTEP
Vía comunicativa: Claro► 809-249-2655, Orange► 829-586-1155
No comments:
Post a Comment