Por Tony RodríguezEL TORITO CANTO BIEN, PERO SE L OYO MAL
República Dominicana/Santiago.- Con hora y media de retraso, dificultades acústicas y la lamentación del anfitrión porque a dos de sus invitados les impidieron cantar en la Arena del Cibao, Héctor Acosta presentó el sábado su espectáculo “Un cibaeño pa´ la Arena”.
La primera ovación fue para el político Hipólito Mejía, quien al llegar a las 9 de la noche, fue recibido con el coro “llegó Papá”. Es conocida la amistad de El Torito con el expresidente Mejía. El público que esperó hasta las 9 y 30 de la noche para ver salir al artista, se integró animado a la fiesta.
Más de 5 mil espectadores asistieron a ver el recorrido de Acosta por sus dos décadas en el escenario. Un homenaje al merengue típico en el que desfilaron por tarima El General Larguito, Krispy y Narciso. En ese segmento, la ausencia de Fefita La Grande fue reiterada por El Torito quien debió estar ahí para acompañarlo en el tema “La Chiflera”.
Los reguetoneros puertorriqueños Rakin y Ken-Y, invitados especiales de El Torito, se excusaron horas antes, porque una presentación en San Francisco de Macorís los impedía de estar en Santiago. El Torito cantó por más de dos horas, su voz limpia y su espíritu enérgico hicieron que el público mantuviera identificado con él, en una noche de luces, en la que algunas sombras quisieron atentar contra una producción de calidad.
MALAS NOTAS
Además de las ausencias de invitados (lo de Fefita no está claro, ella canceló la pasada semana un espectáculo que tendría en La Arena del Cibao), en el lugar hubo malos tratos a miembros de la prensa por parte de organizadores del evento y allegados al artista, el sonido no estuvo a la altura del escenario, tampoco las sillitas plásticas del Super VIP, colocadas en un área plana, que impedía ver a los atrás. Más de mil 200 sillitas plásticas, desdijeron el concepto destinado a un público verdaderamente importante.
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