12 June 2010

La Alianza de los danilistas con los varguistas

Por Luís Céspedes Peña

La victoria de Gilberto Serulle, hombre de confianza de Danilo Medina, sigue creando confrontaciones a lo interno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), responsable de su propia derrota en los comicios pasados. La alianza entre danilistas y el sector que dentro del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), dirige Miguel Vargas Maldonado, era público antes de las elecciones, al extremo de que algunos aspirantes a diputaciones confeccionaron tarjetas en las cuales figuraba el nombre de Gilberto Serulle con el de ellos, promocionando sus candidaturas.

Ese es un conflicto que debe ser solucionado por los dirigentes del PLD, comenzando por la gran víctima de la derrota: el Presidente Leonel Fernández Reyna. Las otras dos víctimas son el doctor Daniel Beltré, designado por el Comité Político para trabajar en Santiago, y el presidente del Comité Provincial del PLD, Ramón Ventura Camejo, uno de los hombres más honestos que tiene esa organización política, por lo que jamás en su cuerpo se podrá estampar la palabra traición.

De que se traicionó al Presidente Fernández Reyna, eso está claro. ¿Pero sólo fueron los danilistas los que se fueron con Gilberto Serulle? No. También traicionaron dirigentes que antes se hacían llamar seguidores del Presidente de la República y líder del PLD.

Sé que algunos de nuestros sectores recordarán que, en este mismo órgano de difusión, escribí, semanas antes de los comicios: “Al PLD en Santiago sólo lo derrotaba el Partido morado”. ¡Y así ocurrió!

Estoy seguro de algunos de mis compañeros periodistas escriben en contra de Ventura Camejo, uno de los dirigentes más fieles que tiene el PLD y el Presidente Fernández Reyna, porque desconocen muchas de las cosas que ocurrieron antes o en mismo día de las elecciones. A eso de las diez de la mañana del 16 de Mayo, llegué a la residencia que tiene alquilada Ventura Camejo y de inmediato su esposa, doña Luisa Ureña, me preguntó qué sabía del proceso electoral y le dije: “todas las informaciones recibidas dicen que Serulle está arrasando, incluyendo el Distrito Electoral 03, donde se pensaba que estaba el fuerte de José Enrique Sued”.

A las 10: 45 minutos, Ventura Camejo me pidió montarme en la yipeta de William Liriano, su asistente político, y quien conducía el vehículo. Él ocupó el asiento derecho. A mi lado, se montó Daniel Beltré. Salimos hacia el centro de cómputos del PLD. Ventura Camejo, que se observaba preocupado, y Beltré, que no estaba menos, subieron a la segunda planta de la vivienda, mientras yo hacía guardia en la puerta de entrada.

Media hora después, llegó Ramón Rodríguez (Monchy), el presidente del Comité Municipal del PLD. Subió a la segunda planta o donde funcionaba el centro de cómputos. Minutos después se produjo una violenta discusión.

Poco después, Ventura Camejo salió mirando hacia el techo de la casa, con un color rojizo, no habló, con el puño derecho cerrado, furioso, y Beltré dándole palmaditas por la espalda para que se calmara. Saliendo del centro de cómputos, Beltré le dijo: “profesor, cojas esto con más calma, con serenidad, porque no todos piensan en los principios del PLD, como lo hace usted…Todo parece que está consumado y ya debemos esperar los resultados de lo sucedido…Corresponderá al Comité Político tomar medidas al respecto”.

Presumo que los dos dirigentes del PLD fueron comunicados por el centro de cómputos, de las informaciones preliminares negativas que estaba recibiendo. En el trayecto, rumbo al hogar de Ventura Camejo, éste se recostó en el asiento derecho de la pipeta, sin hablar, pero Beltré, de una manera hábil, comenzó a contar una historia del profesor Juan Bosch y el líder fallecido del PLD, con relación a los sufrimientos que tienen que pasar las personas que defienden los principios o la ética. Jamás se podía pensar que dirigentes de la organización con mayores principios políticos, como es el PLD, iban a claudicar, como ocurrió.

Pero el problema del PLD es mayor que el simple hecho de la derrota en Santiago. El problema es que eso repercutió a nivel nacional, debido a que Santiago era considerado como el “cuartel general del peledeísmo auténtico”, el que fue capaz de derrotar a los perredeístas en las elecciones del 2008, cuando el llamado Jacho Prendío” tenía prácticamente asegurada la victoria.

Esa inesperada victoria del PLD, fue fruto del trabajo de Ventura Camejo y demás peledeístas. Y si esa organización ocupó el liderazgo que tenía hasta las elecciones pasadas, es porque se trabajo con seriedad. El problema de ahora es que ya nadie confía en la mayoría de los dirigentes de esa entidad. Trabajaron, quizás, sin analizarlo, para derrotarse así mismos. Serulle podrá nombrar a mil peledeístas, especialmente del sector de Danilo Medina, y de otros seguidores suyos que ahora no podrían tener aseguras sus posiciones en el Gobierno Central.

Con un partido con gran parte de sus dirigentes cuestionados políticamente, no sólo en Santiago, sino en Licey al Medio, su panorama es muy difícil.

-Hasta el venidero artículo.

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