CUIDADO SI TE COLOCAS EL SOMBRERO ...

EL EJERCICIO PERIODÍSTICO

Por Eugenio Taveras

En República Dominicana, porque desconozco el tratamiento dispensado a esta onerosa y relajada profesión, es periodista todo aquél que con los suficientes timbales, tiempo y dinero, pero sin el más mínimo conocimiento y preparación, se agencia a abrir la bocota por un medio audiovisual, pero sin aportar nada a los oyentes que pierden el tiempo escuchándolo.

Por otra parte, un periodista es un profesional de la comunicación que, al igual que el sin cerebro descrito líneas arriba, abre la boca en un medio audiovisual, con la diferencia de que antes de hacerlo investiga, descodifica, analiza la información que tiene a su alcance y luego la evoca de una manera responsable, dando a la teleradio-audiencia una versión veraz, objetiva, sin prejuicios y desde un punto de vista imparcial, debido a que desde el mismísimo momento en que un comunicador se parcializa, la información ofrecida pierde el brillo.

La esencia de comunicar, lamentablemente, en nuestro país, ha perdido lo decoroso para convertirse en la profesión más profanada por una caterva de pelafustanes que alardeando de tales cualidades ha invadido los medios y, por ende, ha relajado lo que otrora se hacía con apego a reglas y principios establecidos en una Ley y un Reglamento hoy pasados de moda y desfasados por el transcurrir del tiempo.

El Colegio Dominicano de Periodista deberá algún día tomar el toro por los cuernos y enfrentar las aberraciones y desmanes que se están produciendo a través de todos los medios de comunicación por casi todos los que abrimos las mandíbulas superior e inferior para expresar lo que sentimos o escribimos para botar, convertido en tinta, todo el sentir que nos agobia o que le atañe a la sociedad, consumidora de todo lo malo y también de lo poco bueno que se difunde por los medios electrónicos.

Lo que está sucediendo resulta poco agradable tanto para los que comunicamos con palabras o con tinta, así como también para el público que, a fin de cuentas, es el medidor por excelencia de las atrocidades enviadas diariamente al ciberespacio.

El mediocre concepto, y con razón, que se tiene de un periodista-comunicador que ni periodista ni es comunicador, de un comunicador que no es periodista, de un periodista que se enganchó porque encontró un amigo a lo interno del gremio, de un profesional que se cree periodista, y cuantas combinaciones podrían agregarse, descansa en el irrespeto generalizado que se tiene hacia el público consumidor de noticias chatarras.

El mejoramiento a tal descalabro debe ser tarea de todos, pero tendremos que dejar a un lado el clientelismo y baratillo a que nos hemos dejado someter, vendiendo el poco de valor que le queda a la sociedad en manos de los hombres y mujeres llamados a defender la moral de un pueblo, pisoteado por los que se creen tener en sus manos la batuta y la constitución.
Eugenio A. Taveras P.Asesor Impositivo - Periodista - Instructor INFOTEP