¡Hay que sacar a Valentín y a Sued!

Por Luís Céspedes Peña
El joven presidente de la Cámara de Diputados, que aspira a ser senador por la Provincia Santiago, Julio César Valentín, y el alcalde, José Enrique Sued, postulado para el mismo cargo, deben ser sacados del escenario político santiagués. Ellos representan el más grave problema para aquellos que necesitan contar con los espacios ocupados por estos sagaces dirigentes políticos.

Estoy totalmente de acuerdo con la postura de la oposición política, la cual se lamenta de que Valentín y Sued, que están apoyados por el Presidente Leonel Fernández Reyna, otro que tampoco cede espacio para sus opositores, se apoderaron del escenario para la promoción de sus candidaturas. Observando ese panorama, se puede decir que la democracia dominicana tiene sus debilidades. No sé qué está ocurriendo, pero la verdad es que las organizaciones políticas de oposición al oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el “marrullero” Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), el gran aliado de Leonel Fernández Reyna, en Santiago tienen el control casi total del escenario político.

A mí me da lo mismo que José Enrique se quede como que se lo lleven de la Alcaldía, porque nuestras relaciones personales-se puede afirmar-están rotas desde hace más de siete años y en ese tiempo nos saludamos en cuatro ocasiones, porque coincidimos en actividades por donde él tenía que pasar estando yo en esos lugares. No sé si a su despacho le hicieron arreglos o no en ese tiempo. De Valentín debo decir que nunca visité su despacho y en Santiago nos saludamos, con mucha cortesía, aunque debo admitir que hace dos años recibí una canasta navideña a través del periodista Juan Bonilla. El tema no es el de si recibí o no cualquier obsequio, sino el de dejar establecido que así andan mis relaciones con esos dos sabios de la política de Santiago. ¡Casi andamos por los mismos caminos!

El problema de estos dos señores es que su popularidad, es el fruto del trabajo comunitario desarrollado por ellos desde hace mucho tiempo. Lo de José Enrique es lo que más me sorprende. En los recorridos que asistí, para hacer mediaciones políticas, los reformistas me recuerdan, como siempre lo escribo, que cuando no hay campaña electoral, parece que el rojo no existe, pero cuando se inicia, los miles objetos de ese color que sacan los residentes en cada uno de los sectores, es una preocupación para los opositores.

Excepto que los peledeístas y los perredeístas que están apoyando a esos dos candidatos por el oficialismo, exhiben el color rojo por donde pasan las caravanas o donde se realizan los llamados manos a manos, pienso que lo mejor que sucedió fue la alianza PRSC-PLD. Las relaciones entre Sued y Valentín son excelentes. Con mucha razón el Presidente Fernández Reyna defendió la alianza. No hay fórmula que funcione en contra de esos dos candidatos. Sued mantiene un ritmo de construcciones de obras comunitarias, favoreciendo a las Iglesias, los clubes culturales, deportivos, a los campesinos del municipio y a diferentes grupos sociales, lo que lo convierte en un candidato invencible. El problema no es que yo quiera que Sued repita o no como alcalde. Es que él va a repetir con muchos votos por encima de sus contrincantes, porque cuenta con ese apoyo. Esto no es un problema personal. Son los hechos. Se pensó, al principio de la salida del PLD de Gilberto Serulle, que la mayoría de seguidores de Danilo Medina, tendencia a la cual éste pertenecía, lo iba a seguir, pero ocurrió todo lo contrario. ¡Los peledeístas se quedaron en su casa-partidaria!

Valentín tiene otra gran ventaja, a parte de su trabajo y su apoyo a las iniciativas de los sectores empresariales, comerciales, industriales u otros sectores:

No tiene un candidato de opositor con la más mínima posibilidad de ganar, debido a que es el fruto de una imposición en contra de los deseos de los perredeístas de Santiago, como es el caso de Orlando Jorge Mera. Pero si en Santiago hay personas con excelentes condiciones para ser senador, como son los casos de Víctor Méndez, José María Díaz (Tilía), Héctor Domínguez (Papín), Daniel Rivera o Andrés Santo Taveras,

¿qué impulsó a Miguel Vargas Maldonado a golpear a esos distinguidos dirigentes perredeístas?

¡Asegurar la candidatura presidencial del 2012 en contra de Hipólito Mejía, cometiendo errores infantiles como el citado! Está muy equivocado el señor Vargas Maldonado. La derrota del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en Santiago, está asegurada. ¡Y el principal artífice ya lo es Vargas Maldonado! Ya entiendo por qué los seguidores de Hipólito Mejía dicen que el PLD, por la mala conducción del PRD, tiene de 28 a 29 “senadurías” aseguradas, incluyendo la de santiago, y que desde que pasen las elecciones, Vargas Maldonado será sacado de la presidencia de la organización. Esa posición es correcta. Consideramos que en el país debe haber un equilibrio entre los dos principales fuerza políticas. Ahora hay un PLD dominante y eso no le conviene a la democracia.
-Hasta el trabajo próximo.