¡Esto es un abuso de poder!

Por Luís Céspedes Peña
La fotografía, exhibiendo al Presidente Leonel Fernández Reyna, al alcalde José Enrique Sued, aspirante a la misma posición, y al titular de la Cámara de Diputados, Julio César Valentín, que lucha por convertirse en senador por la Provincia Santiago, es lo que se debe calificar como un verdadero “abuso de poder” contra los más débiles de la política santiaguera. Esa demostración de talentos le baja los ánimos a cualquier candidato de la oposición, no a mi amigo Gilberto Serulle, víctima de su descontrol emocional como político, sino al propio Miguel Vargas Maldonado, considerado como el más experto dando “palos” como algunos ciegos, porque hay no videntes que saben donde colocan su bastón.

Pero el más afectado con esa situación será el joven Orlando Jorge Mera, candidato a senador por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que comenzó su campaña enfrentando al Presidente Fernández Reyna, el más hábil y talentoso de los gobernantes latinoamericanos.
El líder del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que supongo quisiere que Vargas Maldonado siga por muchos años como presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), demostró que es amigo de los amigos y está dispuesto a descargar su sabiduría para tratar de evitar que mañana puedan hacer celebraciones de victorias en contra de sus intereses políticos.

El país tiene al presidente de un PRD que quita y pone a quien él quiere que desempeñe una posición electiva. Para ese señor, no hay mecanismos institucionales. No hay Comisión Política ni Comité Ejecutivo.
Vargas Maldonado es todo. Él es el que más sabe de política en el PRD. Él es el dueño de esa organización, lo que nunca hizo José Francisco Peña Gómez, Antonio Guzmán Fernández o Jacobo Majluta, los cuales, aunque finalmente imponían muchas de sus posiciones, reunían a las altas instancias para discutir los temas.

¿Y qué decir del pensador sagrado de la política Latinoamericana, el profesor Juan Bosch?
Bosch, que prefirió abandonar al PRD que fundó en Cuba cuando entendió que muchos de sus dirigentes comenzaban a renunciar a los principios que le dieron origen, dejó la organización para fundar al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), si hubiese estado vivo, habría muerto de un ataque cardíaco con las acciones de Vargas Maldonado. El “líder” del PRD, con su dinero, hace lo que considera en cada caso. Para él, en Santiago no existe Víctor Méndez, Andrés Santos Taveras, Daniel Rivera, Próspero Jiménez, José María Díaz (Tilía) y otros dirigentes emblemáticos del perredeísmo.

Pero no se debe culpar al presidente del PRD de lo que está haciendo en Santiago, sino a los dirigentes de esa organización que permiten que Vargas Maldonado pusiera, primero, a Radhamés Fermín como candidato a alcalde del municipio y luego lo quitara para designar al peledeísta Gilberto Serulle, expulsado después de esa entidad. De nuevo, el presidente del PRD vuelve a tomar otra decisión: Negoció con Fermín para colocarlo en la boleta como candidato a repetir en la diputación.

Con todos esos disparates y con un Presidente de las condiciones intelectuales y políticas de Leonel Fernández, de un alcalde que trabaja por su pueblo, como lo es Sued, y un candidato a senador con la destreza de Julio César Valentín, en Santiago parece que, en materia electoral, todo está decidido a favor del Bloque Progresista.
¡Si no es como digo, échele un vistazo a la fotografía!
Hasta el próximo artículo.